Según datos de expertos pasamos alrededor de un tercio de nuestra vida durmiendo, por eso, escoger un buen colchón resulta de suma importancia. En Elegant Moon queremos ayudarte a encontrar un colchón que se adecue a tus necesidades con datos útiles que te ayudarán en tu decisión de compra.
La clave de un buen colchón es que debe acomodarse a tu cuerpo, no al revés, manteniendo siempre el equilibrio natural de tu
columna. Debe ser lo suficientemente adaptable para mantenerla en la posición correcta, y suave para amoldarse a ella. Por eso, ten
en cuenta estos factores:
a. Niveles de firmeza y adaptación
b. Tamaño
c. Peso
d. Postura al dormir
e. Condiciones de salud
A primera vista te puedes confundir con los materiales y tecnologías que existen. Por eso, a continuación, te daremos algunos datos
para que conozcas las partes más importantes de nuestros colchones y elijas el adecuado para ti.
a. Resortes
b. Nucleo
c. Relleno
d. Cubierta
e. Telas
Si cuidas correctamente tu colchón puede durar mucho tiempo. A continuación, te daremos algunos consejos que te servirán para
aprovecharlo al máximo.
a. Ventilación: Cuando recibas tu colchón, sácalo de su envoltorio y déjalo ventilar por un par de horas / Intenta todos los
días, abrir la ventana de tu habitación y retirar la ropa de cama para ventilar el colchón entre 5 y 10 minutos.
De esta manera, tu colchón se mantendrá fresco.
b. Protección: Cuando compres tu colchón es importante que también adquieras un Cubre Colchones. Este ayudará a
disminuir el paso de polvo, sudor, ácaros e incluso en caso de derramarse algún líquido, el protector atrasará o
evitará su paso hacia el colchón (dependiendo del caso).
c. Girar: Los materiales están pensados para que el colchón mantenga sus propiedades. Puedes girarlo (sentido
contrario) cada 15 días para que conserve aún mejor sus atributos durante 4 meses. A partir del cuarto mes es
recomendable que realices este proceso una vez al mes con el fin de garantizar su funcionamiento y mantener
su calidad intacta a largo plazo.
d. Limpieza: Sacude tu colchón de forma habitual con un paño liso y limpio o bien, aspíralo suavemente usando la potencia
menor.